Estamos especialmente orgullosos del hecho de que nuestra huella de carbono es prácticamente nula gracias a nuestro acceso a la energía geotérmica, que ayuda a garantizar una instalación de producción más respetuosa con el medio ambiente. Nuestro proceso productivo implica un mínimo de intervención mecánica aprovechando en todo momento la energía geotérmica natural para calentar el agua de mar, evaporar y secar nuestras Escamas de Sal Nordur.
Combinamos procesos artesanales, innovación técnica y métodos tradicionales para crear nuestra sal excepcional.
El agua de mar se filtra antes de ingresar al tanque de evaporación para eliminar la suciedad y las algas, manteniendo su contenido mineral natural. Este paso garantiza la más alta calidad de sal marina.
El agua caliente geotérmica pasa a través del tanque a través de un intercambiador de calor de titanio, mientras que se bombea constantemente agua de mar fresca. Dentro del tanque, el agua de mar se evapora y el nivel de salinidad aumenta.
Cuando la salmuera alcanza el nivel de salinidad adecuado, se transfiere a recipientes abiertos donde se vuelve a calentar lentamente utilizando energía geotérmica. Esto permite que los cristales de sal se formen como pirámides en la superficie de la salmuera. Curiosamente, las pirámides de sal en realidad crecen al revés y cuando alcanzan un tamaño suficiente caen al fondo de la sartén.
El toque humano es un factor vital en el proceso de elaboración de la sal. Una vez que se han formado los cristales de sal, se recolectan a mano para garantizar con precisión el sabor y la textura adecuados. Este es un paso crucial que requiere habilidad y experiencia.
Luego, las escamas de sal se secan mediante calefacción geotérmica para eliminar la humedad restante.
Finalmente, las escamas de sal secas están listas para envasar y disfrutar. La combinación de artesanía, soluciones técnicas y tradición contribuyen a la creación de un producto extraordinario que mejora nuestra vida cotidiana y hace que cada experiencia gastronómica sea única.
Vale la pena señalar que este proceso utiliza un método tradicional islandés-danés de secado de sal de 260 años de antigüedad, así como tecnología patentada en forma de un tanque de acero inoxidable presurizado que hierve agua de mar a 51 °C/124 °F en condiciones subatmosféricas. condiciones, similares a la presión del aire en el Monte Everest. Este proceso particular da como resultado una salmuera única que contiene casi las mismas proporciones de calcio, potasio, magnesio y sulfato que las del agua de mar natural.
